Durante la década de 1990, el devastador ataque de la corporación Monsanto contra los agricultores, sus alimentos modificados genéticamente y sus pesticidas neurotóxicos, inspiraron a la gente a presionar al gobierno para que legislara normas de certificación para los alimentos. Pero gracias a las transnacionales farmacéuticas (Big Pharma), a Bill Gates y al lavado de cerebro de los medios de comunicación de la cultura pop, Monsanto sigue siendo fuerte y está dispuesta a tomar el control total de tu suministro de alimentos con la ayuda de las mismas familias y fundaciones poderosas que ya controlan el dinero y la energía.