
El principio del confinamiento de las poblaciones sanas fue concebido en 2004 por el entonces secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, y su objetivo no era luchar contra ninguna enfermedad sino provocar un desempleo masivo para militarizar las sociedades occidentales [1]. Ese principio de confinamiento de las poblaciones sanas fue difundido en Europa por el doctor Richard Hatchett, entonces consejero de Salud en el Pentágono y hoy presidente de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI, siglas en inglés). Fue además el doctor Richard Hatchett quien inició la moda de referirse a la epidemia de Covid-19 como si fuese una guerra, imponiendo sencillamente la expresión «¡Estamos en guerra!», inmediatamente retomada por el presidente de Francia, Emmanuel Macron.